Dear brothers and sisters in Christ,
Last week we celebrated the Independence Day of our country, and I say our country because here is where we live and we have to see it as ours too. Even if we come from different countries, each one of us carries our home country in our hearts and mind, but it is also a reality that this country has given us a place to live. July 4th is a celebration, that in my opinion is still lacking independence because people continue to be enslaved by sin in its various forms: addictions, violence, racism, corruption, anti-values, pride, etc. We have freedom, but only partly that is why the need for evangelization is even more demanding so that all people could be authentically free, “because the truth will set us free…” (John 8:32). The reality in which we live in has to question us profoundly about the quality of participation that we have as a Church in society and how can we give the answer to the demands of our times. Unfortunately, our Church is infected by sentimentality in a way that we place first emotion and lastly we place intelligence. This generates multiple errors and stumbling in people. Jesus is our teacher, our example, and He invites us to configure our lives each day. I recommend for this week to pray Psalm 4 before going to sleep and Psalm 5 as you wake up, place in your prayers our newly ordained priests that will be serving the various missions around the world. May God Bless you and know that you are all in my prayers.
United in Christ Missionary,
Rev. Juan Martin Escobedo, MSP
4 de Julio
Queridos hermanos en Cristo,
La semana pasada celebramos la independencia de nuestro país, digo que es nuestro porque aquí vivimos y tenemos que verlo como nuestro también. Aunque todos venimos de diferentes países, cada uno de nosotros lleva en el corazón y en su mente la tierra que nos vio nacer, pero también es una realidad que este país nos ha dado un lugar para vivir. Fue una celebración que a mi punto de vista falta por completar esa independencia, la gente sigue esclavizada en el pecado en sus diferentes manifestaciones: vicios, violencias, racismo, corrupción, antivalores, soberbia, etc. Tenemos una libertad, pero a medias por lo tanto se necesita la evangelización para que las personas sean auténticamente libres, “porque la verdad nos hará libres…” cfr. Jn 8, 32. La realidad en la que vivimos debe de cuestionarnos profundamente sobre la calidad de participación que tenemos como Iglesia en la sociedad y como dar respuesta a las exigencias de nuestros tiempos. Desafortunadamente nuestra Iglesia está infectada por el sentimentalismo de modo que ponemos en primer lugar los sentimientos y en segundo plano la inteligencia. Esto genera múltiples errores y tropiezos en las personas. Jesús es nuestro maestro y nos invita a configurar nuestras vidas todos los días. Le recomiendo para esta semana rezar el Salmo 4 antes de dormir y el Salmo 5 al despertar, pidiendo por nuestros nuevos sacerdotes que se ordenaron y que prestaran su servicio en las diferentes misiones del mundo. Dios les bendiga y están en mis oraciones.
Unidos en Cristo Misionero,
Pbro. Juan Martin Escobedo, MSP