If we want to live Lent fully, we must learn to make small sacrifices, because by being faithful in the little, we can be faithful in the much (Lk 16:10). There is no shortage of people who want to make a total fast, when they really need to fast from other things, and that starts with small details. Remember that a piece of cloth is the result of crossing a thread with another thread, and so on until the canvas is formed. Like this, also the spiritual life, is the result of a weaving of small things that are done day by day.
I recommend you start giving up the 5 minutes after the alarm goes off. If we're one of the people who, sounding the alarm clock, press the snooze button to ring after 5 minutes, we've already lost the battle. This reminds me of the passage in the book of Daniel chapter 2 verse 33, where the mud feet were the cause of the entire Statue collapsing with a simple blow. How can we make it up to that moment? Offering this moment for someone in need or thinking of our own conversion: "If this will help me strengthen my will, I can do it for someone else who needs prayer..." Let's not look for our own personal taste, especially in food. There are people who throw a tantrum because the food lacked something to their liking, that is also a key moment of resignation and offer for someone who needs a sacrifice. To some, because of vanity, will have a hard time giving up eating certain foods, but these small renunciations are key moments that at this time and at any time of the year you can exercise if we want to make a pleasant offering to God.
We can give you other tips of small resignations, but I think this will be enough for you to have a strong experience of little renunciations directed to God as a sacrifice. Bye chaus....
Mensaje de Cuaresma #2
Si queremos vivir plenamente la cuaresma, debemos aprender hacer pequeñas renuncias, porque siendo fiel en lo poco, podremos ser fiel En lo mucho (Lc 16,10). No faltan las personas que quieren hacer un ayuno total, cuando realmente necesitan ayunar de otras cosas, y eso se empieza por pequeños detalles. Recordemos que un pedazo de tela es el resultado del cruce de un hilo con otro hilo, y así sucesivamente hasta formar el lienzo. También la vida espiritual, es el resultado de un entretejido de pequeñas cosas que se van haciendo día con día.
Yo te recomiendo que empieces a renunciar a los 5 minutos después de que suena el despertador. Si somos de las personas que, sonando el despertador presionamos el botón para que suene a los 5 minutos, ya perdimos la batalla. Esto me recuerda al pasaje del libro de Daniel capítulo 2 versículo 33, donde los pies de barro fueron la causa de que toda la Estatua se derrumbara con un simple golpe. ¿Cómo podemos lograr renunciar a ese momento? ofreciendo este momento por alguien necesitado o pensando en nuestra propia conversión: “si esto me va ayudar a fortalecer mi voluntad, puedo hacerlo por otra persona que necesite de oración…” No busquemos nuestro propio gusto personal, sobre todo en los alimentos. Hay gente que hace un berrinche porque le faltó sal a la comida, no le agrada al paladar por no estar lo suficientemente caliente, ese también es un momento clave de renuncia y ofrecimiento por alguien que necesite un sacrificio. Algunos por vanidad no les va a costar renunciar dejar de comer ciertos alimentos, pero estas pequeñas renuncias, son momentos claves que en este tiempo y en cualquier época del año tú puedes ejercitar si queremos hacer una ofrenda agradable a Dios.
Podemos darte otros tips de pequeñas renuncias, pero creo que con esto ya va a ser suficiente para que tengas una experiencia fuerte de renuncias dirigidas a Dios como sacrificio. Bye chaus….